Lo que no puedas resolver hablando, hazlo orando,

Lo que no puedas solucionar de pie, hazlo de rodillas,

Por que Dios hará por ti, lo que tu no puedas hacer.

Desacuerdo entre uno y otro

0 comentarios

El amor es paciente y da tiempo a la relación para que crezca. El capricho es impaciente, imprudente, impulsivo e irrazonable. El amor se controla a si mismo y desea lo mejor para el otro. El capricho es obstinado y exige que se hagan las cosas a su manera. El amor se centra en la persona y en su carácter y no solo en sus rasgos exteriores. El capricho se basa sobre expectativas y condiciones idealistas, no reales y egoístas.

El amor no puede separarse de Aquel que es amor. Por eso va junto con la fe, a la que da significado, y esta pone propósito en el amor.
El capricho se enreda con las sensaciones del momento y con frecuencia aleja a Dios.

El amor se edifica en la aceptación de si mismo y supone lo mejor en el otro mediante una confianza implícita.
El capricho con frecuencia esta inseguro

Leer Más...

Cama Disponible, ¿No era este el objetivo?

0 comentarios

Cuando los hijos son pequeños, les enseñamos a atarse sus cordones, hacer sus propios sándwiches y eventualmente a conducir y a lavar su ropa. Los padres pasan tiempo enseñando a sus hijos, con la esperanza de que sean jóvenes adultos independientes y productivos. Y ¿no era ese el objetivo? Sin embargo, algunos padres tienen sentimientos encontrados cuando los hijos comienzan a aventurarse por su cuenta.

Los sentimientos de la madre pueden incluir la sensación de ya no ser necesaria. Se encuentra a sí misma buscando qué hacer con el tiempo libre que antes era usado en ser chofer, asistir a las funciones de la escuela, ser anfitriona de fiestas de pijamas y cosas por el estilo. Ambos padres podrían estar luchando con los sentimientos referentes

Leer Más...

La Familia debe tener recelo, cuidado o temor?

0 comentarios

Es tan grande y sorprendente la victoria de David sobre Goliat que a veces se pasa por alto que 1 Samuel 17 incluye a otros protagonistas. Por ejemplo se menciona a varios miembros de la familia de David, a su padre y tres hermanos. Se hace referencia a la familia de David para resaltar la falta de fe y temor en la cual todo Israel vivía.

El padre de David, Isaí, estaba ansioso por tener noticias de sus hijos mayores al frente de batalla. Tanta era su desesperación por sus hijos que arriesga enviar al menor de sus hijos, David, al campo de batalla para indagar sobre el paradero de sus muchachos. El campo de batalla no era un lugar seguro para un joven pastor de ovejas como David. Podría ser herido, capturado o asesinado.

Aun sabiendo del peligro de enviar a David en busca de sus hermanos, Isaí lo envía. Más grande era su

Leer Más...

De quién es lo mío? Tuyo o mío. Y lo tuyo?

0 comentarios

La parábola del buen samaritano nos habla sobre tres actitudes que podemos asumir, aunque solamente una es correcta.
La primera actitud es la del ladrón quien toma lo que no le pertenece, asumiendo una postura de “lo tuyo debe ser mío”. Muchos actúan así codiciando lo que otros tienen. Esa es una actitud de envidia, robo y despojo que hiere a otros y corrompe tu corazón. Esa actitud no solamente se ve en un ladrón, sino en cualquier ámbito, como en los negocios donde algunos compiten de forma desleal por quedarse con los clientes de otras empresas, difamando al competidor. De esa manera, no se está agrediendo físicamente a nadie, pero se comete pecado al buscar quedarse con lo que otros tienen sin importar los medios para lograrlo.

La segunda actitud es la del sacerdote y el levita quienes pasan de largo indiferentes, asumiendo la postura de “lo mío es mío”(1). Esta es una actitud egoísta que si bien no arrebata lo de otros, es terrible porque no comparte ni mueve a misericordia. Es una actitud de “si yo estoy bien, no importa cómo estén los demás”, “si yo no provoqué el problema, no tengo obligación de solucionarlo”. Actuar

Leer Más...

 
© 2009 | Familia | Por Templates para Você