Nunca ha sido fácil ser padres, ni antes ni mucho menos ahora ya que vivimos en tiempos críticos para la familia y la formación de los hijos.
Se vive muy rápido no hay tiempo para nada, no hay tiempo para oír ni escuchar, todos hablan, pero nadie se comunica.
No hay tiempo para dedicarle a los hijos, viviendo en la misma casa están aislados unos de otros.
Los padres no deben vivir en la vida de sus hijos lo que ellos no pudieron vivir, no deben realizar en ellos aquellos sueños y metas que ellos no pudieron.
Muchos padres pasan demasiado tiempo fuera de sus hogares y sus hijos están todo el día frente al televisor consumiendo lo que está les da como una “mamadera”, es la TV la que educa a los hijos en lugar de los padres; y estosen vez de ser criados por sus padres son criados por la TV, recibiendo los modelos, valores y ejemplos que ella les da.
Gran cantidad de padres creen que ellos sólo deben trabajar, trabajar y trabajar, siendo que ellos están para algo más, no es sólo lo material, sino que los hijos necesitan pasar tiempo con los padres, jugar con ellos, hablar con ellos, establecer fuerte vínculos de amor y confianza que les permitan abrirse de corazón cuando sea necesario.
En los tiempos de crisis en los cuales nos encontramos la familia está pasando por momentos difíciles, pues mucho son los factores que la están alterando, entre ellos el factor económico.
Al ser ella la célula de la sociedad toda esta se ve afectada, por esos las instituciones tampoco pueden brindar ayuda adecuada, por eso es fundamental que la iglesia brinde ese espacio que las personas necesitan para desarrollarse adecuadamente, pues es la única que puede brindar el ambiente y atmósfera que la gente está necesitando.
Padres y líderes ministrando juntos, trabajo en equipo.
Pero los padres no están solos en la tarea de ministrar a los niños ya que para tal fín la iglesia tiene que proveerse de líderes capacitados, idóneos, llenos de Dios y del amor, carga y pasión por las almas, ya que el líder se transforma en formador y ejemplo.
Estos líderes deben orientar a los padres a como criar bien a sus hijos, la iglesia debe proveerse de estos líderes para que ayuden a los padres que tengan problemas y poder asi poder guiar sus hogares dentro de la bendición de Dios.
Es fundamental destacar que los líderes de niños no pueden sustituir a los padres en la tarea de educar e instruir a los niños, si bien es cierto ellos tienen la tarea de ministrar a los niños, ellos no pueden sustituir a los padres, claro esta que en caso de niños que provienen de hogares inconversos el líder debe ministrar de una forma especial. No quiero decir con esto que el líder no deba corregir a los niños si estos se están comportando mal y poner disciplina, pero debe recordar que tiene ciertos límites que debe respetar.
El líder debe comunicar a los padres cuando se produzca un hecho de mal comportamiento y valorar a la familia para descubrir a que se debe una conducta inadecuada en los niños; y poder guiar a los padres a pedir ayuda a quienes están puestos para ministrar y ayudar.
Tanto padres como líderes deben ser como esas guías que ayudan al árbol joven a crecer derecho, dar sostén y contención, ayudar a desarrollar el potencial que posee, brindarle el apoyo necesario a fin de que desarrolle su personalidad.
Gran cantidad de padres creen que ellos sólo deben trabajar, trabajar y trabajar, siendo que ellos están para algo más, no es sólo lo material, sino que los hijos necesitan pasar tiempo con los padres, jugar con ellos, hablar con ellos, establecer fuerte vínculos de amor y confianza que les permitan abrirse de corazón cuando sea necesario.
En los tiempos de crisis en los cuales nos encontramos la familia está pasando por momentos difíciles, pues mucho son los factores que la están alterando, entre ellos el factor económico.
Al ser ella la célula de la sociedad toda esta se ve afectada, por esos las instituciones tampoco pueden brindar ayuda adecuada, por eso es fundamental que la iglesia brinde ese espacio que las personas necesitan para desarrollarse adecuadamente, pues es la única que puede brindar el ambiente y atmósfera que la gente está necesitando.
Padres y líderes ministrando juntos, trabajo en equipo.
Pero los padres no están solos en la tarea de ministrar a los niños ya que para tal fín la iglesia tiene que proveerse de líderes capacitados, idóneos, llenos de Dios y del amor, carga y pasión por las almas, ya que el líder se transforma en formador y ejemplo.
Estos líderes deben orientar a los padres a como criar bien a sus hijos, la iglesia debe proveerse de estos líderes para que ayuden a los padres que tengan problemas y poder asi poder guiar sus hogares dentro de la bendición de Dios.
Es fundamental destacar que los líderes de niños no pueden sustituir a los padres en la tarea de educar e instruir a los niños, si bien es cierto ellos tienen la tarea de ministrar a los niños, ellos no pueden sustituir a los padres, claro esta que en caso de niños que provienen de hogares inconversos el líder debe ministrar de una forma especial. No quiero decir con esto que el líder no deba corregir a los niños si estos se están comportando mal y poner disciplina, pero debe recordar que tiene ciertos límites que debe respetar.
El líder debe comunicar a los padres cuando se produzca un hecho de mal comportamiento y valorar a la familia para descubrir a que se debe una conducta inadecuada en los niños; y poder guiar a los padres a pedir ayuda a quienes están puestos para ministrar y ayudar.
Tanto padres como líderes deben ser como esas guías que ayudan al árbol joven a crecer derecho, dar sostén y contención, ayudar a desarrollar el potencial que posee, brindarle el apoyo necesario a fin de que desarrolle su personalidad.
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